Escribimos en respuesta a su reciente artículo editorial, "Los legisladores deberían seguir con el plan para una junta de educación electa en Chicago”. Aunque apreciamos su opinión, respetuosamente no estamos de acuerdo con su posición de que a los no ciudadanos se les debería negar el derecho a votar en las elecciones de la junta de educación de Chicago.
Como ciudad, ya es hora de que reconozcamos y respetemos el papel significativo que los padres no ciudadanos juegan en nuestro sistema educativo.
Organizaciones como Kids First Chicago, apoyadas por padres y miembros de la comunidad, han abogado por permitir que cualquier padre de Chicago, independientemente de su estatus migratorio, vote en las elecciones de la junta de educación. Esta posición es apoyada por la mayoría de los residentes de Chicago que participaron en una encuesta de Kids First Chicago en otoño del 2023, que reveló que aproximadamente siete de cada diez encuestados están a favor de este planteamiento.
La iniciativa de este cambio no se limita a Chicago. San Francisco ya ha establecido un precedente al ganar una sentencia judicial que concede a los padres no ciudadanos el derecho a votar en las elecciones a la junta de educación. El tema también ha cobrado fuerza en Springfield, con un proyecto de ley actualmente en el Senado, aunque puede que sea necesario introducir más cambios en la Constitución estatal y en las leyes electorales de Chicago.
La importancia de este tema ha sido reconocida por el alcalde Brandon Johnson, que hizo campaña e incluyó en su reporte de transición el compromiso de colaborar con el gobernador J.B. Pritzker y los legisladores estatales para ampliar el derecho de voto en las elecciones a la junta de educación a los no ciudadanos.
La participación de los no ciudadanos en los concilios escolares locales, en los que ya se les permite votar y servir, ejemplifica el impacto positivo de las prácticas electorales inclusivas. Extender estos derechos a las elecciones de la junta de educación de Chicago es un paso racional y necesario para garantizar que todas las familias tengan voz en las decisiones que afectan directamente a sus hijos, escuelas y comunidades.
El razonamiento para permitir que los padres no ciudadanos participen en las elecciones a la junta de educación es sencillo: sus hijos están inscritos en nuestras escuelas y contribuyen con sus impuestos a la financiación de las mismas. Estas familias tienen un interés personal en la calidad de la educación y merecen tener voz en las decisiones que afectan al futuro de sus hijos.
— Hal Woods, jefe de políticas y Jessica Cañas, gerente superior de asociaciones comunitarias de Kids First Chicago.
Esta carta al editor apareció en el Chicago Sun-Times el 15 de febrero de 2024.