Los padres han dicho que no quieren que las elecciones estén dominadas por la política y el dinero, pero la nueva ley tiene muy pocas limitaciones sobre cómo los candidatos pueden recaudar o gastar dinero para sus campañas.
Los proveedores con contratos con CPS no pueden hacer donaciones a las campañas de la Junta, lo que sería un claro conflicto de intereses. Aparte de eso, las leyes normales de financiación de campañas estatales rigen cómo se pueden recaudar y gastar los fondos de campaña.
Esto significa que los candidatos pueden recaudar:
Hasta $6,900 de un individuo.
Hasta $13,700 de una corporación o sindicato.
Hasta $68,500 de un comité de acción política o de otro candidato.
Si un individuo dona más de $100,000 a su propia campaña, entonces estos límites de contribución se levantan para todos los candidatos en esa elección.
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Los Super PAC ya están gastando millones de dólares en las elecciones a la Junta de Educación de todo el país. En Los Ángeles, las elecciones a la Junta se han convertido en contiendas políticas con mucho dinero entre ideologías opuestas. Sin embargo, hay ejemplos de esfuerzos locales para limitar la influencia del dinero en las elecciones. Por ejemplo, hay una nueva ley que limita las contribuciones en las elecciones judiciales de Illinois y una ordenanza propuesta en la ciudad de Chicago que establecería una opción de financiación pública para las elecciones municipales. Estas iniciativas podrían servir de modelo para limitar la influencia del dinero en las elecciones a la Junta de Educación.