Soy madre de niños gemelos que se están convirtiendo en jóvenes ante mis ojos. Decidí enviarlos a una escuela privada porque siempre me ha preocupado que el sistema escolar público de Chicago deje atrás a algunos niños.
Si dejamos que los padres opinen, ahora tenemos la oportunidad de crear una junta de educación que trabaje para todos los niños de Chicago.
Nuestra junta de educación debería tener al menos nueve miembros, con una mezcla de miembros elegidos y nombrados y debería reflejar la comunidad a la que sirve. Los cargos electos garantizarían que los residentes tuvieran voz directa en su representación, mientras que los cargos nombrados garantizarían que algunos miembros tuvieran experiencia en el sistema escolar, como por ejemplo en los Concilios Escolares Locales, o tuvieran experiencia en áreas académicas, financieras y sindicales.
Esta junta serviría a los intereses de los contribuyentes y los padres por igual, con un nivel de responsabilidad que ayudaría a recuperar la confianza del público.
El objetivo primordial de la junta de educación debería ser una educación de calidad equitativa y accesible para todos los estudiantes, independientemente de su origen económico o social. Entonces, los padres como yo podremos confiar en que nuestros hijos llegarán a la edad adulta con una educación sólida que todos los estudiantes necesitan.
-Tracy Smith
Lea la carta de Tracy al editor del Chicago Tribune.
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