Kids First Chicago se une a sus colegas de todo el país para condenar el desmantelamiento del Departamento de Educación de los Estados Unidos por parte de la Administración Trump sin un plan claro para lo que viene después. Establecido para salvaguardar las oportunidades educativas para todos los estadounidenses y asegurar un futuro próspero para nuestro país, el Departamento ha contado con décadas de apoyo bipartidista. El despido de más de 1,300 empleados, la mitad del personal total de la agencia, paraliza deliberadamente el cumplimiento de la misión del Departamento.
Al tomar medidas para desmantelar el Departamento de Educación, la Administración Trump ha mostrado un desprecio evidente por nuestras escuelas públicas y las 8 de cada 10 familias estadounidenses que dependen de ellas. El Departamento desempeña un papel fundamental para garantizar que 7.4 millones de estudiantes con discapacidades, 26 millones de estudiantes de bajos ingresos, 6.6 millones de beneficiarios de becas Pell y muchísimos otros, particularmente en los estados rurales más dependientes de la financiación federal, reciban la educación que merecen. Al fin y al cabo, la educación pública de calidad es un derecho civil estadounidense.
En Chicago, estas medidas amenazan con interrumpir la financiación, las ayudas y la protección de los derechos civiles de más de 230,000 estudiantes de bajos ingresos, 80,000 estudiantes aprendices de inglés y 60,000 estudiantes con discapacidades. Los retrasos en la ayuda financiera federal también podrían desbaratar las oportunidades postsecundarias de los estudiantes en un distrito donde miles de familias tienen derecho a las becas Pell.
Estos esfuerzos reflejan la despreciable agenda del Proyecto 2025, diseñada para perjudicar a nuestros estudiantes y familias más vulnerables. Se trata de un ataque directo a los valores de Kids First Chicago y a los principios fundamentales de Estados Unidos.