El pasado mes de noviembre, más de 800,000 residentes de Chicago votaron en las primeras elecciones de la Junta de Educación Electa de la ciudad, un hecho histórico en la gobernanza de las Escuelas Públicas de Chicago. Sin embargo, aproximadamente uno de cada ocho residentes de Chicago en edad de votar no son ciudadanos estadounidenses, lo que los deja sin voz en estas elecciones, a pesar de que sus hijos son los que asisten a los salones de clases de las Escuelas Públicas de Chicago.
Las familias se preguntan: ¿cómo pueden proteger y defender a sus hijos si sus voces no son escuchadas?
La misma ley que estableció la Junta de Educación Electa de Chicago también exige al alcalde Brandon Johnson que nombre miembros para un Consejo Asesor de No Ciudadanos, creando una vía para que familias que carecen del derecho al voto tengan voz oficial en el proceso de dar forma a la educación de sus hijos. El alcalde es el único que tiene poder para hacer que esto suceda y su reporte de transición promete precisamente eso.
Pero no hay un calendario claro, ni indicios de cómo se elegirá a los miembros, ni garantías de que las comunidades no ciudadanas ayuden a guiar a la nueva Junta de Educación. ¿Reflejará el Consejo Asesor toda la diversidad de los inmigrantes de Chicago? ¿Incluirá a padres y estudiantes que conocen de primera mano las carencias de sus escuelas?
Estas familias se han sentido ansiosas por tantos cambios recientes en el sistema escolar público y les preocupa que ellos caigan en el olvido. Su temor se ve agravado por el actual clima político contra las comunidades inmigrantes. Chicago ha sido blanco de redadas de inmigración a gran escala. La administración Trump incluso ha autorizado a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) a perseguir a personas en lugares que antes se consideraban prohibidos, como escuelas e iglesias, poniendo en peligro los espacios seguros de muchas familias.
Con los reportes de agentes federales que intentaron entrar a una escuela de Chicago la semana pasada, luego se confirmó que eran del Servicio Secreto y ICE iniciando redadas el fin de semana, el miedo se está apoderando de nuestras comunidades.
Plan de trabajo para la representación
Dada esta atmósfera de incertidumbre y ansiedad, es fundamental incluir las perspectivas de los no ciudadanos en la elaboración de políticas que salvaguarden a los niños y las familias de Chicago. La creación de un Consejo Asesor de No Ciudadanos es esencial y la autoridad para hacerlo realidad recae exclusivamente en el alcalde.
Un nuevo informe de Kids First Chicago, “Promesa en la Práctica: Un Nuevo Capítulo en la Gobernanza de la Junta de Educación de Chicago”, ofrece un plan de trabajo. Sugiere un proceso transparente: al menos un padre no ciudadano por distrito escolar, nominado por los miembros de la junta y propuesto al alcalde. Los padres no ciudadanos constituirían la mayoría, y los estudiantes actuarían como miembros oficiales, porque ¿quién mejor que ellos para señalar lo que falta en las experiencias escolares diarias?
Para garantizar la seguridad y privacidad de los miembros no ciudadanos del Consejo, éste podría diseñarse con una estructura lo suficientemente amplia como para proteger el anonimato individual. Al incluir un número considerable de representantes de todos los distritos escolares de la ciudad, no sería fácil identificar la condición de inmigrante de ningún miembro. Además, podrían aplicarse políticas claras para proteger la confidencialidad de la información personal de los miembros, garantizando que su participación no los exponga a ellos ni a sus familias a riesgos innecesarios.
Habiendo trabajado junto a innumerables madres inmigrantes, he visto de primera mano cómo estas familias están en una sintonía única con las experiencias de sus hijos: navegar por un sistema escolar complejo, planificar la vida después de la escuela secundaria y soportar el estrés añadido de la implacable retórica antiinmigrante.
Ellos no quieren un trato especial; simplemente quieren tener la oportunidad de abogar por la educación de sus hijos. El mayor número de estudiantes de CPS son latine, muchos de ellos de familias no ciudadanas y merecen un papel en el diseño de un sistema escolar que con demasiada frecuencia pasa por alto sus perspectivas.
Este Consejo Asesor les proporcionaría una vía formal para compartir experiencias, dar forma a planes de estudio y políticas inclusivas e identificar mejores formas de apoyar el éxito de sus hijos, tanto académica como emocionalmente.
Le pido al alcalde Johnson que no se demore. Con tanto discurso divisivo en torno a los inmigrantes, el momento de actuar es ahora.
Sus hijos, como todos los niños, merecen la mejor educación que Chicago pueda ofrecer. Dejemos que estos padres se sienten en la mesa. Que sus hijos vean que sus familias son bienvenidas a la hora de dar forma a los salones de clase donde pasan sus días.
Ellos están aquí. Ellos cuentan. Y no se callarán cuando el futuro de sus hijos está en juego.
Jessica Cañas es la Jefa de Participación Comunitaria de Kids First Chicago, una organización educativa sin fines de lucro.
Publicado originalmente en la sección de Opinión del Chicago Sun-Times el domingo 2 de febrero del 2025. (Sólo en inglés)
Ellos no quieren un trato especial; simplemente quieren tener la oportunidad de abogar por la educación de sus hijos. El mayor número de estudiantes de CPS son latine, muchos de ellos de familias no ciudadanas y merecen un papel en el diseño de un sistema escolar que con demasiada frecuencia pasa por alto sus perspectivas.
—Jessica Cañas