Cuando me enteré de la decisión de Chicago de recortar la financiación de nuestra escuela preescolar, el Centro de Aprendizaje Little Angels de Englewood, me sentí consternada y sorprendida, por no decir otra cosa. Esta decisión tendrá un efecto negativo en mí y en las familias a las que sirvo.
Trabajo como educadora infantil en Little Angels, donde durante los últimos 10 años hemos hecho un trabajo increíble. Nos esforzamos por establecer objetivos para nuestros estudiantes y sus padres. Tratamos de exponerlos a lugares fuera de Englewood y enseñarles las habilidades sociales y emocionales que necesitan para tener éxito.Me encanta mi trabajo y espero poder seguir trabajando en Little Angels, pero estoy preocupada. Como educadora infantil empleada en un centro preescolar comunitario, en lugar de en las Escuelas Públicas de Chicago, mi salario ya es deficiente. Ahora, con la noticia de que los recortes de fondos se producirán a partir del 1 de diciembre, podría quedarme sin trabajo y luchando por cubrir las necesidades básicas de mi familia.
Nuestros hijos y nuestra comunidad ya se enfrentan a muchos retos. Esta interrupción y la falta de inversión es más que probable que empeoren las cosas. Proporcionar financiación constante y a largo plazo para los centros preescolares comunitarios garantizará que los niños de Englewood tengan un comienzo seguro, justo y equitativo.
— Antoinette Laws, Residente de Chicago
Para leer la carta de Antoinette publicada en el Chicago Sun-Times, haga clic aquí.